Por Nacho Luque
Aunque yo tengo tres hijos; dos adolescentes y otro de diez años, qué te voy a contar que tú no sepas…
Bueno quizás algo nuevo sí pueda aportarte y es mi experiencia como padre-profesor de mindfulness. Yo no voy a conseguir cambiar a tus hijos y creo que tú tampoco, pero lo que sí te puedo garantizar es que tú sí puedes cambiar la manera en la que tú te relacionas con las dificultades propias de la convivencia en casa. Y cuando cambias eso, cambias todo.


- Fechas: martes 22 de octubre, martes 29 de octubre, martes 5 d noviembre, martes 12 de noviembre, martes 19 de noviembre
- Horario de 18h a 20h
- Formato PRESENCIAL en TOMARES
- Apto para madres y padres de niñ@s de TODAS las edades
- Grupo reducido
- Importe completo 150 eu x persona

Esta formación se aborda con un enfoque eminentemente práctico y vivencial (olvídate de la teoría, lo que interesa es la práctica). En la formación, profundizaremos en los fundamentos prácticos y reflexivos del mindfulness aplicados de manera específica al entorno y las relaciones familiares, independientemente de las características y circunstancias propias de cada familia.
Temas:
Cuando el agua está revuelta es imposible ver el fondo. Lo primero es a prender a frenar y entender realmente qué ocurre y cómo nos relacionamos con lo que ocurre
- Fundamentos prácticos del mindfulness.
- Aprendiendo a frenar y reduciendo estrés y ansiedad.
- La práctica formal de la meditación como el gran entrenamiento para la mejora.
- Metacognición. Aprender a contemplar «el problema» a vista de pájaro.
- Identificando qué depende y qué no depende de ti.
- La practica reflexiva, el gran descubrimiento que te puede cambiar el día.
¿Te han secuestrado alguna vez? ¿Seguro que no?
- Deshaciendo el secuestro emocional y tomando las riendas de tus sentimientos.
- Practicas mindfulness para el desarrollo de la gestión e inteligencia emocional.
- No le hagas tanto caso a lo que te cuenta tu mente.
¿Qué legado «emocional» te gustaría dejar a tus hijos? ¿Cómo te gustaría que te recordasen?
- Reconectar con tus auténticos valores depende sólo de ti.
- Aprendiendo a diferenciar deseos de necesidades.
- Profundizando el la práctica «para dejar de quejarnos tanto».